En política tu primer aliado, debe ser tu  esposa. Eso no es machismo ni patriarcado, se trata de intereses de equipo, un matrimonio es eso, un equipo.



Déjense de cuentos y palabras bonitas. Esto no es prejuicio, pero en política hay que ser coherente y existe un criterio simple, el amor debe llevarse también al terreno electoral, no se debe estar bien con Dios y con el diablo.



Es cierto que las parejas pueden tener posiciones políticas contrarias, pero cuando se trata de alcanzar el poder las cosas son diferentes, si no apoya a tu pareja, te apartas y si le hace el juego al enemigo es traición, así de simple,



Si un político que aspira a la presidencia no cuenta con el apoyo o el soporte de su esposa en los momentos más tensos de su vida política, sencillamente fracasa.



Esa imagen de Margarita Cedeño, congraciándose con el enemigo y rival político de su esposo, Gonzalo Castillo, no ayuda a las aspiraciones presidenciales de Leonel Fernández.



Mientras otros han dejado atrás su candidatura a diputado, como la del diputado por Barahona Mariano Montero, ganada con mucho esfuerzo en el PLD para seguir a Leonel en su nueva aventura política, Margarita se aferra a su militancia en un partido que busca destruir la carrera política de su pareja, si es que continúa siendo pareja de Leonel, cosa que dudo mucho por su comportamiento tan incoherente.



Margarita puede renunciar a su militancia peledeista y seguir siendo vicepresidente, nadie la puede hacer saltar del cargo que ganó por la vía electoral.



El hecho que  margarita Cedeño aparenta tener un doble juego, que no evidencia una postura clara, no descarto que Danilo Medina le pida que acompañe a Gonzalo Castillo en su boleta electoral como vicepresidente y ésta acepte.



En política nadar en dos aguas para no perder beneficios tiene sus consecuencias.  Margarita Cedeño a la corta o a la larga tendrá que pagar un precio: El divorcio





Por David Ramírez

Director de la Zona OEste

30 de octubre 2019