Santo Domingo Oeste.- De un adolescente desconocido del barrio San Miguel, pasó a la fama y la fama tiene su precio, es lo que comienza a experimentar Francis Campusano, mejor conocido como Babyrotty "El niño opera de Manoguayabo", después de ganar la primera temporada del reality show  Dominicana Got Talent.



Es que para  Babyrotty, el haber crecido en medio de muchas precariedades y ganar 3 millones de pesos, más un vehículo cero kilómetros valorado en miles de pesos, lo convierte de la noche a la mañana en un niño millonario del  barrio, donde siempre ha vivido, en la casa de  su abuelo y apartado de su madre, a la que aún ama y recuerda con cariño.



“Yo no vivo con mis padres. Vivía con mi mamá, pero el esposo que ella tenía la maltrataba mucho y ella tuvo que salirse de aquí”, confesó hace unos días el niño opera a un diario matutino.



El mayor anhelo de Babyrotty con el dinero que ganó en el concurso es arreglar la casita de su padre, además comprar una vivienda para vivir dignamente con su abuelo y en compañía de su madre.



Pero con la fama también florece la envidia, las críticas y las malas lenguas de gente insidiosa, una situación que vive toda persona que se convierte en personalidad pública.



Ya en las redes sociales circulan opiniones en contra de esa decisión, de irse a vivir con el ser que lo procreó y tanto ama, lo hacen apelando al supuesto abandono y mal trato que ha recibido en toda su vida de parte de su madre.



Por tal motivo, Babyrotty hizo un llamado público a la gente para que se aparten y lo dejen vivir su vida tranquila, en compañía de madre, porque a pesar de que ella carecía de recursos para darle una crianza adecuada, en realidad nunca lo desamparó.









Por la redacción de La Zona Oeste

22 de diciembre 2019