Por Danensy Encarnación
Santo Domingo Oeste.- Incertidumbre, desesperación y angustia son algunos de sentimientos que invaden a los familiares de pacientes contagiados con el coronavirus por la poca información que manejan, una vez que su pariente es ingresado a un hospital.
El ambiente que se vive en los alrededores de esos centros de salud, en especial en el Hospital Marcelino Vélez Santana, destinado para atender solo pacientes con el virus, está cargado de testimonios desgarradores y llenos de impaciencia.
Entre lágrimas y desconsuelo, Rosa Correa, le comentó a reporteros de este diario sobre el fallecimiento de su padre, el cual estaba ingresado desde el pasado y ayer le informaron su deceso. Aunque su pariente tenía problemas respiratorios previos y una salud algo debilitada por cuestiones de la edad, asegura que, enterarse de la muerte de su progenitor le golpeó más fuerte porque nunca le confirmaron que estaba positivo al virus. “A mi padre lo trajimos aquí el lunes en la tarde, porque le había subido la presión y el azúcar, lo ingresaron y me dijeron que le iban a hacer la prueba del coronavirus y si no tenía COVID lo referirían a otro lugar, pero hasta hoy no tuve respuesta, no me dijeron nada”, contó Correa mientras lloraba a su padre, de 85 años de edad.
Al igual que Correa, la señora Doris Báez se queja por la poca información que recibe sobre la condición de salud que tiene su hermano, quien está interno en el hospital. Cuenta que, su familiar se presentó a la sala de emergencias del centro aquejado de un aparente cuadro de neumonía, y aún tanto ella, como los demás miembros de su familia están a la espera que le informen si su pariente está contagiado de coronavirus. “Él tenía su celular para que estuviera en contacto con nosotros, y ahora el teléfono se le desapareció, porque ni ese derecho a estar comunicado le quieren permitir al paciente. Uno tiene que creer en lo que ellos quieran. Nosotros queremos saber si es bronconeumonía o si es COVID, y así, uno decide que hacer pero no nos han dado respuesta”, aseguró Báez, mientras expresó que no quisiera que sin tener la información actualizada le digan un día que su pariente murió.
Doble dolor
Las quejas por la falta de información acerca de cómo evoluciona la enfermedad en los familiares contagiados son constantes, y es que, desde hace algunas semanas se viene agudizando esa realidad con la que tienen que lidiar las familias de personas contagiadas, además, de aguantar el peso psicológico que supone saber que el COVID-19 llegó a tu hogar.
Dice solo una vez al día se suministra la información
Así como esas dos ciudadanas, existen otras familias que pasan por angustia de no saber si sus enfermos muestran alguna mejoría. Rosa Alcántara, quien tiene a su madre en el centro dice que a las 2:00 de la tarde es que un médico sale a ofrecer un “tímido” dato acerca de su pariente, “pero si no estás presente en ese momento te quedas sin saber nada más. Y eso no es suficiente para uno estar al tanto de la salud de su familiar. Tienen que ser consciente”.