Por David Ramírez

Santo Domingo Oeste.- Dos canchas de deportivas y un mismo problema, ambas instalaciones ubicadas próximas a escuelas  en el municipio Santo Domingo Oeste, cuyos ingenieros al parecer "olvidaron" construir drenajes adecuados cuando levantaron las paredes perimetrales de las edificaciones, provocando que se inunden cada vez que llueve e impidiendo que los jóvenes de dos comunidades desarrollen sus actividades deportivas y culturales.

Es la situación por la que atraviesan las canchas deportivas ubicadas en las localidades de Hato Nuevo  y Villa Verde, este último ubicado el kilómetro 14 de la autopista Duarte, ambas comunidades perteneciente al sector de Manoguayabo, en este municipio. 


Los residentes en ambas localidades achacan la situación de las canchas al completo abandono y la desidia por parte del gobierno, así como por las autoridades municipales,  ya que es un problema que data de hace muchos años. 


El caso de la cancha de Hato Nuevo


La cancha de la comunidad de Hato Nuevo se encuentra ubicada en el Club Deportivo y Cultural Nueva Generación, área que los comunitarios utilizan también para actividades culturales y artísticas, la misma se encuentra en estado de abandono desde hace muchos años por la falta de apoyo de las autoridades.


El problema de las inundaciones en dicha instalación comenzó cuando los ingenieros encargados de la construcción de la escuela profesora María Amada Ramírez Díaz, levantaron una pared perimetral alrededor del centro educativo sin drenaje o escurrimiento sanitario.


Desde entonces ha sido un calvario para los comunitarios, ya que cuando llueve toda el área queda completamente inundada por horas y hasta por días. 


Un video subido a las redes sociales por el dirigente cultural de la zona Armando Heredia, se aprecia lo dramático de la situación, el agua de lluvia permanece estancada porque no hay forma de que corra libremente.



Cabe destacar que en octubre del pasado año la diputada Leyvi Bautista, del Partido Revolucionario Moderno (PRM), visitó el lugar acompañada con una Comisión Presidencial, donde hicieron un levantamiento para la restauración del Club Deportivo y Cultural.


Heredia recuerda que tanto la diputada Bautista, como la Comisión Presidencia, prometieron a los comunitarios que las autoridades iniciarían los trabajos  de remodelación del club deportivo  en enero del presente año, pero el panorama continúa exactamente igual y de esos supuestos planes de remodelación poco se sabe.


Para el dirigente cultural la comunidad de Hato Nuevo no tiene dolientes y recuerda que cuando construían la escuela los encargados de la obra prometieron a los moradores que también repararían la cancha y construirían una calle para el acceso de vehículos y transeúntes, incluso prometieron que la instalación deportiva iba a quedar dentro de la escuela, pero de repente los ingenieros levantaron la pared divisoria a espalda de la comunidad, que nunca fue consultada.

Para Heredia, las autoridades no cumplieron nada de lo que prometieron y ahora, aparte del abandono de la instalación deportiva, la cancha se inunda de agua y ya no pueden practicar ni baloncesto, ni voleibol ni realizar actividades culturales o artísticas,  hasta que el área se seque completamente.

Mientras David Solano, presidente del club deportivo, lamenta la situación de abandono en que se encuentra la zona, especialmente la cancha deportiva,  y espera que las autoridades cumplan la promesa de llevar a cabo la remodelación que prometieron en las elecciones pasadas, para que los jóvenes de la comunidad tengan un lugar moderno donde practicar sanamente la disciplina deportiva de su preferencia.

El caso de la cancha en el barrio Villa Verde


En el barrio Villa Verde la situación es peor, ya que cuando llueve no solo se inunda de agua la cancha, sino también la escuela, paralizando la docencia por semanas.

 

El barrio Villa Verde, de Manoguayabo, en Santo Domingo Oeste, se encuentra rodeada de lagunas,  donde no existe ningún tipo de planificación, sus calles son intransitables y se llenan de lodo cuando llueve, lo que impide a sus residentes desplazase con normalidad.


Para los residentes, lo que hicieron los ingenieros con la escuela y esa pared, fue una vulgar chapucería.

 
La escuela José Francisco de San Martín, fue construida en un lugar donde antes había una laguna. Los ingenieros que rellenaron el terreno y construyeron la edificación, luego levantaron una pared perimetral, pero no construyeron un sistema de desagüe, un caso muy similar al de Hato Nuevo. 


Al no existir drenaje en la escuela, cada vez que llueve el agua contaminada inunda la cancha, que se encuentra próxima al centro educativo, representando un foco de criaderos de mosquitos al encontrarse estancada por muchos días o semanas.

 


La chapucería de los ingenieros ha salido muy caro a los contribuyentes. Con las inundaciones la escuela se ha llevado la peor parte, porque la edificación ha comenzado agrietarse, constituyendo un peligro para los niños que estudian en ese centro educativo.


De la cancha ni hablar, se ha deteriorado bastante, ahora es un cascarón debido a las inundaciones y por falta de mantenimiento. De noche la cancha es una zona de inseguridad gobernada por delincuentes.


Apunte

 
De poco han servido los reclamos de los residentes, tanto de Hato Nuevo, como de Villa Verde, que llevan años clamando por ayuda de las autoridades.