Por Yanet Féliz

Santo Domingo Oeste.- El director del Servicio Nacional de Salud (SNS), Mario Lama,informó que ese organismo tiene unos 200 hospitales, una mil 800 Unidades de Atención Primaria y unas 85 Unidades de Diagnósticos bajo sus responsabilidad y que desde antes de ser nombrado en el cargo por el  presidente Luis Abinader conocía la situación de estos, pero cuando le tocó conocer la interioridad de los hospitales, se dio cuenta de que el problema era mayor.

Informó también que en los primeros meses la Dirección de Infraestructura y Mantenimiento se dedicó a hacer un levantamiento y reportó que el 54 por ciento de los hospitales está en una condición mala o crítica; menos del diez por ciento en una condición buena, y el resto en proceso de remozamiento o regular-buena, es decir más de la mitad en condiciones críticas.

“Eso se evidenciaba en hospitales como el Moscoso Puello y Marcelino Vélez Santana, donde estaban los tomógrafos, unidades de rayos X y sonógrafos dañados y la mayoría de los servicios infuncionales, lo que se replicaba en cada uno de los centros que visitabamos”.

“Decir que del 85 por ciento, el 50 o más no hacen las pruebas para lo que fueron destinados, saber que no hay cómo dar servicios diagnósticos, una de las primeras etapas para dar servicios, es algo muy grave”, comentó.

Deudas de los hospitales


A su llegada encontró una deuda hospitalaria de RD$4 mil millones de pesos, de la cual diez centros concentraban compromisos por encima de los RD$2 mil 300 millones, o sea, que de todo el sistema, 39, tenían una deuda superior a los diez millones de pesos.

Dijo que el hospital Marcelino Velez tenía compromisos superiores a los 750 millones de pesos; el Moscoso Puello de RD$400 millones y el Vinicio Calventi, otra deuda muy parecida, sustentada en la poca inyección de recursos y la falta de capacidad gerencial. Ante esa situación, sustituyeron la red gerencial de los hospitales, iniciaron auditorías en las nueve regionales y la sede central.

Entre otras medidas, reforzaron la fiscalización interna y están pidiendo la obligatoriedad en las contrataciones y compras; supervisan el manejo de los fondos en programas preventivos y correctivos de las edificaciones y equipos. “Una de las vías para salir del gasto hospitalario es la modificación del manejo de los mismos.

Por ejemplo, el Moscoso Puello tenía un nivel de endeudamiento anual de diez a once millones de pesos de 2012 al 2018”, detalló.

Sin embargo, acercándose a la época electoral subió a una deuda de RD$70 millones y luego alcanzó cien millones en el año pre electoral, de acuerdo con Lama, quien atribuye esa situación al posible uso de los hospitales como fuentes de empleos.

Igual relaciona parte de ese panorama con la falta de facturación y la baja asignación, que no va acorde con las necesidades, y el 40 por ciento de esta va al Programa de Medicamentos Escenciales.

Lama, entiende que los hospitales deben ofrecer los servicios a los usuarios, pero si no tienen afiliación y no tienen los insumos, tienen que suplirse, lo que genera una bola de nieve.

A eso se suma la deficiente inversión histórica en cuanto a salud, menor al 1.8% del Producto Interno Bruto (PIB).