Santo Domingo Oeste.- 12 de las 18 personas que se encontraban ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), en el hospital Marcelino Vélez Santana el viernes pasado eran mujeres, en su mayoría embarazadas o que recientemente dieron a luz, según reveló el secretario general del Sindicato Nacional de Trabajadores de Enfermería (Sinatrae), Julio César García Cruceta.

En ese sentido, el gremialista planteó que las autoridades deben armar un protocolo de bioseguridad para las embarazadas porque lo que pasa en el Marcelino Vélez, “es un hecho muy significativo”.

“En el hospital Marcelino Vélez, de 18 camas de cuidados intensivos que están ocupadas, 12 son mujeres, la mayoría embarazadas y las otra que acaban de parir”, indicó García.

Se agrava la saturación hospitalaria

Entre tanto se agrava la saturación hospitalaria del Gran Santo Domingo por el flujo constante de pacientes con covid-19, se incrementa el número de jóvenes entre los afectados graves e incluso entre aquellos que requieren de oxígeno, muchos de ellos de acuerdo al personal médico tienen antecedentes del uso de Hookah.

El mayor número de pacientes ingresados en centros de salud COVID, ya no solo se limita a personas adultas mayores, sino también a la población más joven.

La mañana del pasado viernes las autoridades sanitarias trasladaron a la mayoría de ellos hacia otros centros de asistencia.

El Ministerio de Salud Pública (MSP) reportó este sábado 1,055 nuevos casos y cinco nuevas defunciones, tres notificadas en las últimas 24 horas, dos de ellas ocurridas en las últimas 24 horas, elevando en total de muertes a 3,606, de acuerdo con el boletín epidemiológico #429 de la pandemia del coronavirus en el país.

Larga espera por las pruebas

Desde las 8:00 de la mañana estoy aquí atrás de una prueba PCR”, dijo Milna Boni­lla, quien luego de re­correr varios centros y no obtener respues­ta, su último recurso fue trasladarse hacia el Hospital Regional Doc­tor Marcelino Vélez Santana, donde encon­tró las muestras dispo­nibles.

Milna es asmática, estaba presentando dos síntomas del virus, “por eso se preocupó por realizarse la prue­ba”, ya que quiso des­cartar y proteger su vi­da por su condición.

Para su sorpresa, cuando estaba hacien­do el proceso de regis­tro y tomando el turno para la muestra, uno de los encargados le di­ce que “dos síntomas no indican que tenga el virus, que se fuera a casa porque no le ha­rían la prueba”; sin em­bargo, ella decide que­darse. Gabriel Osoria, un conocido de Milna, responde: “¿Cómo que no, si hay personas has­ta asintomáticas?”

En el pasillo del Mar­celino Vélez había cien­tos de personas espe­rando para hacerse la prueba, y sólo un pues­to con dos doctoras se estaban haciendo car­go de toda la gente.

Un listado que car­gaba uno de los médi­cos con las personas inscritas para tomarse la muestra sobrepasa­ba las 259 personas.

Milna se quedó en el centro esperando por la prueba, aunque le fue negada.