A un año y medio de la pandemia, el aumento alarmante de positivos de COVID-19 y de fallecidos continúa como una espiral sin retorno, a pesar de las jornadas de vacunación del Gobierno.
 

Santo Domingo Oeste.-En los hospitales de la capital, a diario familias deben despedir a sus parientes que perdieron la batalla ante la pandemia.

Cubiertos de pies a cabeza con trajes de bioseguridad, el personal de una funeraria entró este jueves, como lo hace diariamente, a la morgue del hospital Marcelino Vélez Santana en busca de un cadáver para trasladarlo directamente al cementerio para sepultarlo sin ceremonia y sin que los deudos pudiesen ver por última vez a su pariente, víctima de pandemia.

Fredy de la Rosa perdió la batalla frente al COVID-19 tras luchar por su vida durante 14 días en una unidad de COVID donde esperaba por una cama de cuidados intensivos, según narran sus parientes.

Mientras se agrava la saturación hospitalaria en el Gran Santo Domingo, el flujo de ambulancias con pacientes, de vehículos con medicamentos y aquellos que transportan tanques de oxígeno es imparable en los centros de salud.

El personal médico asegura que la mayoría de los pacientes que buscan atención ya presentan un estado crítico.

De acuerdo con Salud Pública, las Unidades de Cuidados intensivos están ocupadas en un 73 por ciento este jueves.

Desde que inició la pandemia en el país han  perdido la vida 3 mil 733 personas.

Apunte

Las directrices de coronavirus requieren que los cuerpos de víctimas de COVID-19 sean colocados en bolsas para cadáveres y transportarse en ataúdes de madera o metal directamente a los cementerios o los crematorios, sin ceremonia.

Fuente SIN