Por Diana Rodríguez

Santo Domingo Oeste.- La Circunvalación Santo Domingo y la Autovía de Samaná, se encuentran entre las obras que aún no logran el objetivo trazado por las autoridades, junto a  las cuatro grandes terminales de transporte interurbano ubicadas en “puntos estratégicos” del Gran Santo Domingo.

De estas estaciones solo una está construida, pero luego se decidió que se utilizará para fines recreativos y culturales.

Todas las mencionadas fueron ideadas con el propósito de contribuir a la reducción del tránsito vehicular en el centro de la ciudad de Santo Domingo, ahorro de tiempo de viaje y de costo operacional de los vehículos. Sin embargo, la meta parece estar muy lejos de alcanzarse.

La Circunvalación Santo Domingo o Juan Bosch, como también se le conoce, consta de tres tramos que conectan la sur, norte y nordeste del país. De ella se dijo que evitaría que más de 35,000 vehículos circulen en Santo Domingo, contribuyendo con desconcentración del tránsito y con la agilización de la distribución de mercancías. Su inversión se estimó en 340 millones de dólares.

El tramo I, que facilita el trayecto desde Haina, autopista 6 de Noviembre, hasta el km 24 de la autopista Duarte, fue Inaugurado en el 2015 por el entonces presidente Danilo Medina. Sus beneficios justificaban la inversión. Por mencionar algunos: el recorrido que duraba entre 60 a 90 minutos en horas picos se acortó en solo 12 minutos.

Su impacto no estaba en discusión en una ciudad saturada de vehículos, por lo que la construcción de una vía que conecta las principales zonas industriales y zonas francas periféricas a la ciudad de Santo Domingo (casos de Haina, Herrera, Los Alcarrizos y el Parque Industrial Duarte) despertó buenas expectativas.

Vehículos pesados siguen transitando por avenidas de SDO y Los Alcarrizos

Sin embargo, evitar la entrada a la ciudad de camiones y furgones que operan en el traslado de mercancías es uno de los objetivos no logrado. Como tampoco se ha alcanzado la proyección del Ministerio de Obras Públicas, que indicaba que cerca de 13 mil vehículos que a diario transitan por la avenida Luperón, el km 9 de la Duarte; la Isabel Aguiar, y la Prolongación 27 de Febrero, ya no entrarían a la ciudad y en cambio pasarían por esta vía.

El año previo a la pandemia, es decir en el 2019, por este tramo de 17.5 kilómetros de longitud lineal pasaron un total de 2 millones 753 mil 516 vehículos, para 7,543 unidades por día.


Meses después de la inauguración del tramo I, se puso en operación la parte II-A, que conecta la autopista Duarte con Punta Villa Mella. Pero la obra aún no estaba completa. A mediados de julio de 2020 se inaugura el tramo II-B, que empalman la vía con la autopista Juan Pablo II. Con la entrada en operación del tramo II-B, en el 2020 por la Circunvalación de Santo Domingo transitaron diariamente un promedio de 19,662 vehículos, quedando muy por debajo de la proyección planteada que se estimaba en 35 mil.

La baja circulación vehicular por esta megaobra ha sido objeto de múltiples análisis. El alto costo de circulación se presenta como una de las principales razones por la que muchos no se animan a utilizarla, por la cantidad de peajes dispuestos y sus elevados precios, que están muy por encima de lo que se cobra en otras carreteras del país.

En un trayecto de 67 kilómetros de longitud, la vía tiene 4 estaciones de peajes. La tarifa es la siguiente: (Categoría I) RD$ 100; (Categoría II) RD$200; (Categoría III) RD$300; (Categoría IV) RD$400 y (Categoría V) RD$600.

El informe de los principales ingresos por cobros de peajes en el periodo enero-noviembre de 2020 que administra el Ministerio de Obras Publicas y Comunicaciones indica que el Tramo I de la Circunvalación de Santo Domingo generó RD$425, 056,175, mientras que en el tramo II se recaudaron RD$308, 033, 430.